Noé León


Nació en 1907 en Ocaña, Colombia. No quiso ser zapatero como su padre, así que fue garitero, pintor de brocha gorda, chófer y policía, hasta que se dio cuenta de que podía vivir de pintar. Comenzó vendiendo de puerta en puerta sus retratos de presidentes colombianos, paisajes del río y escenas de cacería. Con el tiempo, llegó a conocer al pintor francés Henri Rosseau, pionero del estilo naíf, que ejercería una gran influencia sobre su trabajo. Murió casi sin vista en 1978 en Barranquilla, rodeado por su esposa Rosita Castillo y sus animales domésticos, que tanto amó: ocho perros propios y alguno que otro callejero, varios gatos y montones de loros.